lunes, 28 de mayo de 2007

Barcelona, mayo 27 de 2007.

Sobre la Educación a distancia.
Material de apoyo a la reflexión de los estudiantes de la licenciatura sobre Diseño.
Prof. Marcelo Falcón Vignoli.


Todas las acciones realizadas por los educadores no son suficientes para cumplir con la red de objetivos que se plantean. El arribo a sus fines y el desarrollo de sus actos educativos, no debe fluir por un solo canal de acción. Podemos pensar en que siempre los profesionales de la educación, deben estar innovando en sus propuestas pedagógicas y metodológicas, y deben estar buscando nuevos espacios educativos para lograr sus objetivos.

Es por ello que necesitan permanentemente encontrar, descubrir, tejer y desarrollar nuevos espacios educativos, con la finalidad de potenciar el crecimiento individual y colectivo, enmarcado en nuestra sociedad del conocimiento. Es decir, deben y debemos estar alerta sobre todo aquello que podemos realizar para mejorar la enseñanza, para mejorar todos aquellos encuentros que dejen a los individuos participantes, fortificados para enfrentar y afrontar su existencia. Es en este sentido que se hacen trascendentes las tecnologías y los medios virtuales. ¡Debemos también utilizarlos para educar-nos!

En esta dirección, podemos llegar a entender y vivenciar el espacio virtual como una posibilidad de difusión, de comunicación, de diálogo, de educación, etcétera, relacionado con las diversas actividades de los individuos y diferentes colectivos. A través de ellos, también es posible, desarrollar aquellas actividades educativas-culturales que despliegan nuestras sociedades en todo el espacio planetario. Por ello entendemos al profesor Francisco José García Peñalvo de la Universidad de Salamanca, cuando dice[1]: “El sector educativo ha encontrado en esta tecnología un excelente medio para romper con las limitantes geográficas y temporales que los esquemas tradicionales de enseñanza-aprendizaje conllevan, revolucionando, y cambiando a la vez, el concepto de educación a distancia. Su adopción y uso han sido amplios, lo que ha permitido un desarrollo rápido y consistente en el que la Web ha ido tomando distintas formas dentro de los procesos educativos”.

Por lo tanto, estamos ante la creación permanente de infraestructuras básicas para desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje no presénciales, generando un modelo educativo que actualmente es conocido con el nombre de e-learning, cada vez más entendido, valorado y practicado para la formación de los individuos, pero que no debe tomarse como un sustituto de la educación presencial o tradicional, sino fundamentalmente como un complemento de ésta, según las necesidades del público destinatario. Es por ello que decíamos al comienzo, que toda acción docente siempre es necesaria para logra la mejor formación de los individuos y los colectivos que integran las sociedades. Es en este sentido que establece Francisco José García Peñalvo: “No obstante, las aproximaciones mixtas, que combinan actividades formativas presenciales y no presenciales (o soluciones blended), toman cada vez más fuerza y se posicionan como una importante alternativa ante los grandes retos que se avecinan con la integración del sistema universitario al nuevo Espacio Europeo de Educación Superior y el creciente peso de la formación a lo largo de toda la vida”.

Estamos pues ante la posibilidad de aplicar una herramienta formativa-educativa-profesional en la cual aparece indivisa la realidad pedagógica-tecnológica de la cual creo que no deben estar ausentes los educadores ( ¿o, sí? ). Por ello, deben entretejerse en estos espacios educativos con la finalidad de no solamente transmitir información, sino la de propiciar la creación de conocimiento. ¿De que forma lograr estas metodologías? Las estamos inventando cotidianamente aquellos profesionales que participamos de la aventura educativa en todos los espacios que nos es posible actuar. ¡Es nuestro deber, es nuestro hermoso desafío permanente! Debemos crear dimensiones educativas-expansivas que propicien el crecimiento de todos, debemos crear aquellos espacios de luz y sombra, donde sea posible la fotosíntesis y en ello la vida, el fruto. Por lo tanto, el e-learning o espacio de aprendizaje en medios electrónicos, debe elaborarse y reelaborarse continuamente, desde el desarrollo de actividades educativas y desde la reflexión de la experiencia que se va realizando sobre la marcha, según las diferentes realidades sistémicas-emergentes. (Relación reflexión-acción-reflexión-acción).

Establece el profesor Francisco José García Peñalvo: “Los sistemas que promueven los procesos de enseñanza-aprendizaje a través de sistemas e-learning tienen una gran importancia para consolidar la denominada Sociedad del Conocimiento. Estos medios abren la puerta para la formación básica o avanzada a una importante cantidad de personas, que pueden ver mejorada su cualificación personal o su situación profesional. Estos sistemas tienen un campo enorme de aplicación ya que la formación puede orientarse de forma complementaria a nivel de educación primaria, secundaria, de forma complementaria o exclusiva a nivel universitario, de postgrado o de formación continua, y de formación especial a medida de las empresas”.

Sin duda, las últimas experiencias educativas que he realizado en medios digitales, a través de la Asociación Cultural Sousencre, France[2], han posibilitado la vivencia responsable de la creación de espacios para encuentros educativos, en las cuales todos los actores participantes hemos quedado potenciados para enfrentar nuestro destino. En estos encuentros suceden una multiplicidad de acontecimientos que se transforman en nuevos conocimientos e informaciones en acto. En ellos, la fuerza de voluntad de cada uno de los participantes es esencial para que sean estos espacios digitales, verdaderos caldos de cultivo ferméntales en el aporte del crecimiento personal. Es decir, las tecnologías en sí mismas, no educan, y sí es posible lograr este misterio de la fuerza educativa, desde la voluntad en acto de cada uno de los participantes. Por lo tanto, no existe modelo pedagógico, metodológico, que logre la transformación individual, sin el acto electivo-elector de los individuos en este sentido. Claro, que desde la acción educativa, fomentamos la conciencia de la importancia de las elecciones en dirección del conocimiento y del crecimiento-transformación personal.

El desafío de crear espacios educativos en red.
Por todo lo mencionado, necesitamos afrontar el desafío de elaborar espacios educativos en los espacios virtuales, poniendo a nuestro servicio los diferentes avances tecnológicos y logrando con ello desarrollar actividades de múltiple crecimiento que venzan la ignorancia, que venzan las distancias y el tiempo, al lograr acercamientos con los otros a través de experiencias educativas, pensadas para ello.

De esta forma podremos compartir nuestros conocimientos que se entretejerán con el de los demás, permitiendo la aparición de una fuerza viva que corra en la dirección de la mejora de la vida de nuestra especie y sus entornos. Por ello, es posible pensar que los espacios educativos también permiten desarrollar proyectos para formar individuos y constituir grupos en acción educativa, si es que aparecen los actores necesarios para lograrlo. Porque en definitiva los medios solos, nada pueden producir o generar, que no sea propiciado por las voluntades y conocimientos de los individuos en acción. Por lo tanto, podemos decir que la utilización de las tecnologías con fines educativos, permiten la creación de espacios de encuentro que aportan positivamente en la vida de todos, constituyendo esto sin duda una estrategia pedagógica con una connotación moral, pues estaría en contra de los deformantes usos de la herramienta, al servicio de homo-demens al decir del sociólogo francés Edgar Morín[3].

Es factible ver que los espacios educativos desarrollados a través de red, son sin duda una estrategia, un camino más de superación, que permite la existencia de espacios realmente nutritivos, donde es posible integrar individuos desde sus diferentes realidades, pero unidos en la dirección del crecimiento personal y colectivo a través de las experiencias educativas[4]. Es en este sentido, que se debería tener en cuenta la innovación en metodologías educativas bajo la modalidad de enseñanza en espacios virtuales, que utilizan los nuevos medios tecnológicos, ya que esta nueva realidad hace posible el encuentro entre profesores y alumnos, tejiendo espacios donde es posible crecer. Por lo tanto, considero esencial generar reflexiones y acciones concretas sobre el hecho de enseñar y aprender en espacios virtuales. El contexto actual de nuestra sociedad del conocimiento exige una educación que enfrente la realidad tecnológica y la conduzca desde las instituciones como desde otros grupos dedicados a la formación, como las asociaciones culturales, que también deben de tener muy claro cuales son sus formas de presencia en la realidad virtual. Embarcarse en un proceso educativo-cultural-semipresencial de cambios permanentes, implica incorporar los nuevos paradigmas tecnológicos y organizar con ellos, el diseño de todas las propuestas educativas.

La multiplicidad de cambios, y con ello la aparición de diversas realidades sistémicas, exigen innovaciones pedagógicas que tengan en cuenta las tecnologías, para permitir el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Es así, que los nuevos retos de la educación en nuestra sociedad del conocimiento y la información, implica indefectiblemente interrelaciones en la red. La habilidad para responder a las nuevas realidades dinámicas y tecnológicas, será generadora de un proceso en donde los individuos puedan desarrollarse sin quedar aislados por la aparición de una brecha digital, que establece la exclusión social por un uso indebido de la tecnología. En ello, nos enfrentaríamos nuevamente a nuevas formas de conseguir marginaciones de grupos de individuos. Por ello, cuando decimos habilidades para responder a las nuevas realidades tecnológicas, decimos, la aparición de un ser humano nuevo, es decir, apto para convertir todo cambio en una fuerza educativa e integradora. Es decir, un educador activo y permanentemente transformador y transformante, sin importar en el tejido rugoso institucional donde se encuentre circunstancialmente.

Finalmente, podemos decir, que el manejo de las herramientas informáticas, nos hacen integrantes de la red, del tejido, de la malla de lo cotidiano que va en busca de la creación de un espacio de encuentros educativos-culturales, en donde es posible comunicarse con lo cercano, con lo lejano, siempre en la dirección del bien individual y colectivo. De esta manera, se puede participar de un entretejido complejo y uno, que da, que nutre, que se transforma en el sentido de mejorar los espacios existenciales. Por ello, podemos pensar que el uso de la tecnología adquiere todo un protagonismo de unión alfabetizadora y educativa, sino no se la usa por usarla, y si se la destina a actuar en favor de lo humano, de la permanente creación-transformación de esta nuestra especie racional-espiritual.

Material de apoyo a la reflexión de los estudiantes de la licenciatura sobre Diseño.
Prof. Marcelo Falcón Vignoli.

[1] Francisco José García Peñalvo. Estado actual de los sistemas e-learning. Universidad de Salamanca, España.
[2] Asociación Cultural que he fundado en Francia, cuyos objetivos principales son la Educación no formal y la difusión de la cultura regional y planetaria, desde una acción que relaciona lo nómada y lo sedentario, como realidad cruzada que permite el crecimiento individual y colectivo. Actualmente actúa en Francia, España, México y Uruguay.
[3] Este sociólogo francés nos habla de la realidad dual de nuestra especie, conformada por los actos de homo-demens y homo-sapiens, en el sentido de que somos capaces de dar lo mejor (homo sapiens) y lo peor de nosotros mismos (homo demnes).
[4] En este sentid podemos ver todo este grupo como nuestra gran familia en viaje, ya que crecemos en una realidad cambiante y realmente efímera.

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